La fuerza de la verdad
La fuerza de la verdad está siempre temporalmente sometida al poder de la mentira organizada. Pero el poder mismo, en cuanto es solamente un potencial, es mucho más caduco que lo verdadero, cuya fuerza procede del poder de lo fáctico y de su permanencia. Cuando se ha desmoronado el cúmulo de las mentiras manipuladas, el poder se viene abajo. Pues el poder desaparece cuando languidece la organización y se dispersan los hombres unidos en ella. Ese es precisamente el momento en que lo dicho por los individuos, en su independencia e inmunidad de partidismo, se hace valer de nuevo, es decir, logra el espacio que le corresponde.